Nace en la Habana
y se inicia en el Taller Infantil de Teatro Estudio Hubert de Blanck, donde recibe una sólida formación integral: guitarra, canto, danza, artes plásticas y actuación, y donde protagonizó su primera pieza teatral a la edad de ocho años. A los once años comienza estudios de música y guitarra en el Conservatorio Manuel Saumell y más tarde en el Amadeo Roldán de la capital cubana. Sin embargo, pudo más su vocación histriónica y al quinto año, abandona sus estudios musicales por los de actuación, en la Escuela Nacional de Arte, donde se gradúa en 1983. Desde muy temprano y aún siendo estudiante de la Escuela Nacional de Arte, comienza a trabajar en el teatro y la televisión, donde protagonizó varios seriales que gozaron de gran popularidad. Pero es en su carrera cinematográfica en Cuba, donde alcanza sus mayores triunfos.
Beatriz Valdés Studio
Un espacio para aprender y crear.
Hay mucha gente necesitada de convertir su riqueza en arte y los recibimos aquí. No importa si tienen experiencia en el teatro, este espacio no tiene niveles, aquí el que llega puede aprender que la vida también es un teatro y todos hacemos un juego de roles. Por otro lado, me ha pasado que he tenido que trabajar con gente que no está mi nivel y de todos he aprendido. Una de las cosas maravillosas de mi profesión, es que no tiene niveles. los niveles son personales y todos somos actores, todos. Este espacio está abierto para todo el que llegue porque lo único que necesita para funcionar es una escena y un actor, así que si viene uno solo, ese tendrá mi mayor atención. Mi intención siempre, es organizar un montaje, porque el actor necesita que su trabajo rebote en el espectador, pero quiero que el actor vaya al escenario con la fortaleza de poder convencer al público difícil de atrapar, ese público complejo y exigente. No me gustan las propuestas complacientes y facilitas que mastican todo para que el espectador reaccione con risas catárticas o con obviedades, prefiero que el actor se arriesgue y se enfrente al mayor sensor que es él mismo… nosotros mismos. Así pues, para nosotros y para los espectadores, vamos a engrasar nuestras herramientas haciendo nuestro mayor esfuerzo de seducción.
Mi ciudad isla.
Mi isla navegante.
Mi país que se va…
Yo soy la hija de un país navegante y el mar me encuentra en todas partes.
La Habana
El útero en el que sigo naciendo
La ciudad de mis amores muertos
Soliloquia
Un espacio para el delirio
El peligro de la palabra convertida en acción
Mi querido Enrique Pineda Barnet. Amado mío. Mi Mancuntíbiri...
Hace veinticinco años que vivo con el abrigo de "La Bella del Alhambra". Veinticinco años en los que, difícilmente, he pasado un día sin responder con delicia a la pregunta de "¿tú eres La Bella..?"
Leer MásDesvelo en la fantasÍa
Hay días que empiezan con el mar y terminan en puntos suspensivos que se asoman a la eternidad del tiempo...
Leer MásRecuerdo muy bien ese día...
Llegué temprano al teatro buscando a mi madre y la encontré molesta, agitada, impaciente. El ambiente estaba denso y los actores y técnicos que solían recibirme con cariño escandaloso, a penas me miraban.
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De cuando María Envenenó a Betica
No sé a dónde íbamos ese día, ni qué razón justificaba semejante atuendo. Lo que sí sé, es que mi vestido de organza, salido de las solitarias manos de mi madre, era el trofeo que me tocaba exhibir ese día. Mi misión era clara: "sonríe y flota."
Leer MásVolvimos a vivir juntos...
El día antes de llegar, me vi en el espejo y con la mirada de otros tiempos, busqué el rastro de aquella muchacha, que 22 años atrás, cambió país, familia y futuro, por una vida con él.
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Desvarío
¿Qué será que tiene mi mirada que hay gente que le asusta?...
Se hace la luz y estoy parada en el centro del escenario.
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