
Hay días que empiezan con el mar y terminan en puntos suspensivos que se asoman a la eternidad del tiempo...
¡Mierda...! Nunca sé qué hacer al final de esos días...
(perdóname el francés)
...por eso casi siempre me desvelo en la fantasía de creerme Chiara Civello entregada a Chico Buarque y sus arrugas nuevas o, en el mejor de los casos, en mi adoración eterna a Caetano Veloso y su versión de "Sozinho" cantado a guitarra limpia en la desnudez de su voz.
Entonces...siempre... me pregunto, en este tono arrepentido e impublicable:
¿Cómo pude prohibirme, la fragilidad de aquella voz que sangraba en la sonrisa de una clave de sol? ¿Cómo pude ensordecer tanta música propia? ¿En qué naufragio exilié mi voz y mi guitarra? ¿Por qué me desvelo añorándolos ahora.?
Sospecho que no es bueno extrañar la voz y la cuerda en una lágrima desafinada.
No es bueno quebrarse en un acorde disonante en la soledad de la amnesia.
No es buen final para este día de mar y canto de felicidad.
Mañana averiguo por qué tanta retórica para unas simples ansias de volver a cantar. Mañana veré si canto mañana.
Fecha de Publicación: 05/30/20
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